AFECTACIONES SOCIALES, ECONÓMICAS E IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA DE LOS ECUATORIANOS
PRODUCIDOS POR LAS VARIANTES DEL COVID
a pesar de las medidas de bioseguridad que el gobierno ha implementado en varias provincias
ecuatorianas, estas no fueron acatadas, razón por la cual se presentan altos índices de contagio en
las ciudades más pobladas del país, algunos de los cuales se registran como variantes de alta
transmisibilidad.
Según datos obtenidos de una encuesta realizada por COMERCIO, en el Ecuador existen 8
variantes, de las cuales IOTA LAMBDA, GAMA y ALFA, se clasifican como alertas por su alta
transmisibilidad y capacidad de romper la barrera inmunológica, según datos recopilados por el
comercio, estos pudieron acceder a 1216 muestras que fueron secuenciadas, los datos indicaron
que el 75% de las muestras correspondieron a siete linajes variantes liderados por IOTA, que se
encontraron en 18 provincias pero con mayor incidencia en Guayas. En segundo lugar, está la
británica, no es problema importante ya que no representa un mayor riesgo de contagio. Esta
variante está ubicada en (Imbabura Guayas, los Ríos y Pichincha). En tercer lugar, encontramos la
variante ALFA como una de las más preocupantes por su transmisibilidad y severidad en cualquier
edad se encuentra en (Chimborazo y Pichincha, y otras provincias del país). En cuarto lugar,
encontramos variantes de LAMBDA, las cuales fueron catalogadas como peligrosas debido a
cambios en su genoma, haciéndolas más contagiosas, es decir, las personas se infectaron a pesar
de la vacunación. Esta variante se ha ubicado en las provincias de El Oro, Guayas y Chimborazo.
En quinto lugar, se encuentra la variante "B.1.621", o como los medios denominaron a la variante
colombiana. Como ha ocurrido antes, el origen geográfico está relacionado con su nombre. Esto es
sutil porque, además de generar información confusa sobre el origen del virus y los riesgos
potenciales que representa cada variante, fomenta la discriminación y el estigma hacia países o
regiones. Como resultado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió esta semana crear
nuevos nombres para las variantes de COVID-19, utilizando el alfabeto griego como nomenclatura.
Se dice que esta variante tiene la misma mutación que la variante BETA, por lo que aumenta
la transmisibilidad y aumenta el escape del sistema inmunológico, finalmente la variante DELTA,
hasta el 19 de julio del 2021, solo había 9 muestras en el país, pero según la actualización, julio 26,
se puede encontrar evidencia en las siguientes ciudades (Quito, Guayaquil, Samborondón y
Machala).
DISCUSIÓN
Indudablemente el covid-19 ha sido y es motivo de los más variados análisis y reflexiones
en varios sectores, ejemplificando como una enfermedad, deja de ser un código más en la
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y se transforma en un problema de salud
pública que pone en jaque no solo a los gobiernos a nivel mundial al develar condiciones como la
inequidad en el acceso a servicios básicos y de protección social; retomando en algunos lugares
más que en otros, un serio cuestionamiento a los modelos de desarrollo del sistema mundial
capitalista; o al menos eso es lo que esperamos.
Pese a que la respuesta de los sistemas de salud a la pandemia generalmente gira en torno
al análisis de la capacidad de los servicios de salud, por ser tal vez el elemento más visible y
crítico, se deben considerar todos los otros elementos de los sistemas: gobernanza y
gobernabilidad, recursos (infraestructura y equipamiento, conocimiento e información, talento
humano, recursos financieros), el diálogo y relación con la población, los valores y principios que
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