DESIGUALDAD ECONÓMICA EN LOS SECTORES PRODUCTIVOS DEL ECUADOR, EN LA ÚLTIMA DÉCADA
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examinan el comportamiento de la desigualdad económica en Ecuador en el periodo 1990 a 2010
utilizando la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo. Estos autores muestran que
los ingresos de capital y las remesas tienen una relación directamente proporcional con la
desigualdad económica, aunque en el caso de las remesas esta relación tiende a desaparecer en el
año 2010 especialmente para los hogares urbanos. Por el contrario, encuentran que los ingresos
laborales y las transferencias de dinero contribuyen positivamente a una mejor distribución del
ingreso, sin embargo, para los ingresos laborales este efecto disminuye paulatinamente en el tiempo
hasta volverse no significativo. El documento se encuentra estructurado de la siguiente manera: la
segunda sección expone algunos antecedentes de la teoría del desarrollo y la desigualdad. La
tercera sección describe la curva de Lorenz, el índice de Gini y la elasticidad de Gini por fuente de
ingreso. La quinta sección expone los resultados obtenidos; y finalmente, la sexta sección realiza
las conclusiones del trabajo, junto con algunas recomendaciones en política económica para
disminuir la desigualdad económica en Ecuador.
¿Desigualdad económica o social? Un primer significado de la desigualdad en términos
monetarios es dado por Kuznets, en cita de Núñez, (7), al establecer que “cuando hablamos de
‘desigualdad de la renta’, simplemente nos referimos a las diferencias de renta, sin tener en cuenta
su deseabilidad como sistema de recompensas o su indeseabilidad como esquema que contradice
cierta idea de igualdad”. Pese a que esta definición es sencilla y una de las más utilizadas en los
análisis de incidencia distributiva por su carácter cuantitativo, deja de lado otras características
sociales, pues su interés central es el ingreso. En la teoría de justicia distributiva, Rawls, plantea
que la equidad debe comprender la asignación equilibrada de un conjunto de “bienes primarios”.
Estos bienes constituyen “todo lo que un individuo racional presume querer, incluyendo derechos,
libertades y oportunidades, ingreso y riqueza”. Según Rawls, la distribución de estos bienes debe
estar fundamentada en la preponderancia de la libertad y en la igualdad de condiciones sobre todo
en estratos marginados. En un marco más normativo, Atkinson (8), establece que la desigualdad
debe ser definida partiendo del hecho que la igualdad es “deseable per se”.
En este sentido, Atkinson (8) manifiesta en cita de Coral de Rio, (9) que “La mera existencia
de disparidades de renta y riqueza no constituye una base suficiente para realizar afirmaciones
sobre la justicia e injusticia; es necesario determinar que los individuos implicados sean
comparables en lo que se refiere a otros aspectos relevantes”. Este planteamiento señala la
importancia de relativizar mediante algún criterio social, la posición de los individuos antes de
cualquier análisis de desigualdad en el ingreso, ya que puede producirse un sesgo sustancial en los
resultados si se obvia las diversas circunstancias y factores sociales (edad, género, actividad, carga
familiar, etc.) que marcan la distribución de la renta. En suma, a estas acepciones, existe la rigurosa
definición dada por Sen (10). En ella, se establece que la desigualdad social debe concebir una
realidad más amplia y diversa que la establecida en los enfoques tradicionales, añadiendo una
dimensión que capture las “capacidades básicas” (la habilidad de convertir los bienes en lo que
realmente importa, ya sea la libertad de hacer o ser lo que se desee) y la urgencia de estas como
aspectos moralmente relevantes dentro del análisis. Según Sen (10), la igualdad de las capacidades
básicas puede ser vista como “una extensión natural del enfoque de Rawls, cambiando la atención
de lo que son los bienes propiamente, a lo que los bienes producen en los seres humanos”.
Todos estos enfoques poseen un elemento analítico común que le provee una mirada
económica al fenómeno de desigualdad: el ingreso o riqueza de los individuos. En rasgos muy