POTENCIAL ANTIMICROBIANO DEL AJO: ALTERNATIVA NATURAL EN AGROINDUSTRIA FRENTE A ANTIMICROBIANOS
TRADICIONALES
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componentes, especialmente es alto en compuestos azufrados por lo tanto su factibilidad en
sus uso como conservante alimenticio, al inhibir el crecimiento de microorganismos y evitar la
formación de radicales libres (3).
El ajo y sus propiedades antimicrobianas
El ajo de nombre científico Allium sativum, es una planta procedente de Asia Central
actualmente cultivada en todo el mundo, formada de muchas raíces superficiales, tiene hojas
que envuelven a la base del tallo. Lo que se consume es la cabeza o bulbo de ajo, el mismo que
está cubierto por muchas hojas. Cada bulbo puede llegar a contener entre seis y quince dientes.
Dentro de sus principales características se encuentra su peculiar olor, mismo que es generado
cuando el ajo es cortado, mordido, macerado o cocido, debido a la unión de dos sustancias: la
aliína y la alinasa, para generar a la alicina. La aliína es una molécula inodora que se presenta en
muy baja concentración, pero cuando se pone en contacto con la alinasa se produce alicina, la
cual es la que contribuye en gran medida al olor del ajo, además de esta sustancia también
intervienen otros compuestos como el disulfuro de dipropilo y el disulfuro de dialilo, los cuales
forman parte de los principales componentes bioactivos del ajo, pero no son los únicos además
contiene aminoácidos, minerales y vitaminas (4).
También (5) en su investigación nos menciona que el ajo es una planta comúnmente utilizada
como agente saborizante y condimento en los alimentos. El ajo (Allium sativum) pertenece a la
familia de las liliáceas, junto con la cebolla, el puerro y el tulipán. Es probablemente el alimento
con potencial antimicrobiano más consumido. Las propiedades medicinales del ajo han sido
estudiadas desde hace siglos. Sin embargo, no fue hasta los años cuarenta que apareció
evidencia científica de sus propiedades antimicrobianas: Cavallito y Bailey, en 1994, fueron los
primeros en aislar el componente antimicrobiano del ajo a partir de bulbos frescos, utilizando
destilación por arrastre con vapor. Identificaron al compuesto obtenido como alicina o ácido
dialiltiosulfónico.
Este compuesto se describe como un aceite altamente aromático e incoloro, responsable del
olor característico del ajo y la cebolla. En concentraciones de 1:85,000 en pruebas de
laboratorio, la alicina se muestra como un bactericida de amplio espectro para
microorganismos Gram positivos y Gram negativos, en los tejidos frescos de ajo se encuentra la
alina (S-alil-L-cisteína-S-óxido), que mediante hidrólisis se convierte en alicina, piruvato y
amonio. El mecanismo de la actividad antimicrobiana del ajo se basa en la inhibición de la
actividad de enzimas como la fosfatasa alcalina, invertasa, ureasa y papaína, así como de
enzimas sulfhídricas. La alicina inhibe la actividad de las enzimas sulfhídricas debido a la
presencia de grupos químicos S-O-S.
Se ha observado que algunos extractos de ajo son capaces de inhibir el crecimiento de algunas
bacterias, hongos y hasta tener propiedades antivirales. Como se ha mencionado las
propiedades del ajo se han identificado y relacionado con la alicina del ajo como el agente activo
de este resultado. Dentro de cómo actúa el acto para el efecto antimicrobiano (6) detalla que
el mecanismo por el cual el extracto de ajo actúa es alterando el perfil lipídico de las membranas
celulares esto porque se considera que la alicina tiene actividad antimicrobiana al modificar la