LA INDUCCIÓN Y SU INCIDENCIA EN EL DESEMPEÑO LABORAL DE LOS SERVIDORES DEL GADPCH
bien estructurada puede mejorar la satisfacción laboral y reducir la rotación de personal, al crear
un sentido de pertenencia y compromiso desde el primer día (19).
La capacitación puede ser vista como una inversión estratégica que realizan las empresas para
maximizar la efectividad y el rendimiento de sus empleados. Este proceso no solo fomenta el
crecimiento profesional, sino también el desarrollo personal de los colaboradores,
incrementando su motivación y satisfacción en el trabajo. El objetivo es alinear los intereses
individuales con los de la empresa, logrando una sinergia que beneficie a ambas partes (20). Al
proporcionar capacitación, las organizaciones buscan crear un entorno donde los empleados se
sientan valorados y preparados para enfrentar los desafíos laborales, lo cual contribuye a una
mayor cohesión y eficiencia en la consecución de objetivos comunes. Además, una capacitación
continua y bien diseñada puede mejorar la adaptabilidad de los empleados a los cambios del
mercado y a las innovaciones tecnológicas, fortaleciendo la competitividad de la empresa (21).
El proceso de capacitación consta de cinco etapas fundamentales. La primera etapa consiste en
determinar las necesidades mediante herramientas de diagnóstico o procesos de otras áreas,
como la gestión del desempeño. La segunda etapa es la formulación del plan de capacitación, que
debe estructurarse de manera ordenada según las necesidades identificadas y establecer los
recursos necesarios para su implementación (22). La tercera etapa implica la ejecución del plan,
donde el área responsable lleva a cabo las acciones necesarias para su desarrollo. La cuarta etapa
es la evaluación, que abarca la revisión del contenido, del instructor, de la logística, de la
metodología y de los espacios utilizados. Finalmente, la quinta etapa es la medición del impacto,
que evalúa si las inversiones realizadas por la organización han producido el efecto deseado (23).
En la actualidad, cualquier individuo con la capacitación adecuada puede asumir un rol dentro de
una organización. Sin embargo, para asegurar el éxito de los procesos y resultados, es esencial
proporcionar una orientación adecuada a los nuevos empleados en el desempeño de los
procedimientos necesarios. Esta guía no solo facilita una adaptación más rápida y efectiva, sino
que también minimiza errores y mejora la eficiencia operativa (24). Además, un proceso de
orientación bien estructurado puede fomentar una cultura organizacional positiva, incrementar
la cohesión del equipo y garantizar que los nuevos trabajadores comprendan y se alineen con los
objetivos estratégicos de la empresa. Esto también contribuye a la retención de talento, ya que
los empleados que se sienten bien integrados y apoyados desde el inicio tienden a ser más leales
y comprometidos con la organización (25).
Se consideran factores como las finanzas, la motivación, el bienestar laboral, la mejora del clima
organizacional, la satisfacción del colaborador y su retención, reflejada en una disminución de
indicadores como la rotación, el ausentismo, los accidentes y otros elementos que afectan el
funcionamiento normal de la organización. Una evaluación exhaustiva y precisa en esta última
etapa es esencial para ajustar y mejorar futuros programas de capacitación, asegurando así una
contribución efectiva al desarrollo organizacional y a la consecución de sus objetivos estratégicos
(26).
El desarrollo de personas dentro de una organización puede enfocarse tanto en el crecimiento
personal como profesional, buscando mejorar el desempeño laboral y la calidad de vida de los
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